En este procedimiento se elimina el sarro acumulado, se remueven algunas manchas de los dientes y se elimina la placa dentobacteriana. Es recomendable una limpieza dental con su odontólogo cada 5 meses aproximadamente, aunque son más propensos a requerirla con mayor continuidad aquellas personas cuya higiene dental o técnica de cepillado no son los adecuados.